Neuromoduladores: Qué es, para qué se usa y diferencias con el ácido hialurónico.
¿Qué son los neuromoduladores?
Los neuromoduladores es una toxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum, que tiene la propiedad de disminuir la contracción muscular. En medicina estética se utiliza para relajar la musculatura facial, que son la responsable de la aparición de los surcos y las arrugas de la cara.
¿Para qué se usan los neuromoduladores en medicina estética?
El uso clínico de los neuromoduladores comenzó a principio de los años 1980 cuando varios estudios clínicos sugirieron su capacidad de provocar una parálisis muscular por denervación. Se comenzó a utilizar para el tratamiento de muy diversas patologías que cursaban con alteración de la contracción muscular, tales como, estrabismos en niños, blefarospasmos, distonías cervicales…
Aprovechando su capacidad de parálisis muscular, se comenzó a utilizar en medicina estética, paliando los signos de envejecimiento causados por las arrugas, secundarias a una contracción muscular exagerada. Este medicamento se inyecta, en dosis muy pequeñas en determinados puntos de la cara, relajando así la musculatura que nos interese, con el fin de evitar la aparición de arrugas o disminuir el número de ellas en el caso de que ya estén instauradas.
Es fundamental tener un conocimiento exhaustivo y exquisito del proceso de envejecimiento, para obtener resultados naturales y armoniosos. Este es el motivo, por tanto, por lo que este tratamiento debe realizarse exclusivamente por un médico especialista en medicina estética.
Actualmente, disponemos de tres presentaciones farmacológicas autorizadas en España, cuyos nombres comerciales pueden informarse en la clínica, aunque coloquialmente se les llame a todas neuromoduladores.
¿Qué diferencias hay entre los neuromoduladores y el ácido hialurónico?
Aunque ambos tienen como objetivo común el rejuvenecimiento facial, ni tienen la misma composición química, ni sus indicaciones y efectos son los mismos.
El ácido hialurónico tiene como objetivo recuperar los volúmenes que se pierden con la edad, además de aportar una hidratación profunda y activar la regeneración de colágeno. El ácido hialurónico forma parte de la composición natural de nuestro organismo, por lo que se tolera muy bien y tiene una duración entre 12-18 meses, según el caso.
Por el contrario, los neuromoduladores son considerados un medicamento, de manera que un mal uso de ella puede producir efectos adversos indeseados. Los neuromoduladores están indicados para relajar la musculatura del tercio superior de la cara (entrecejo, frente y patas de gallo), con el fin de disminuir el número de arrugas, atenuar las ya existentes, e incluso prevenir la aparición de las mismas. Su efecto es transitorio, con una duración media de 5- 6 meses.
El ácido hialurónico y los neuromoduladores son tratamientos diferentes, aunque pueden ser complementarios, y ambos, ya sea juntos o por separado, deben ser indicados y realizados por un médico especializado.
Dudas más frecuentes sobre este tratamiento
¿A quién va dirigida los neuromoduladores?
Los neuromoduladores está indicada a todos aquellos pacientes que quieran devolver a su rostro una mirada más fresca y descansada. No hay una edad concreta para comenzar, pero resulta interesante a partir del momento en que se aprecien los primeros signos de envejecimiento dado su carácter preventivo.
¿Qué zonas se pueden mejorar con su aplicación?
Los neuromoduladores, por lo general, solo se aplica en el tercio superior de la cara, es decir, en la frente, el entrecejo y en la zona de los ojos dónde aparecen las conocidas patas de gallo. También se puede utilizar en tratamientos oftalmológicos como es el blefaroespasmo.
Las dudas que pueden presentarse son muchas, y si estás en Valencia, dónde se encuentra Iradia, nuestra Clínica de medicina estética, podemos valorar tu caso y aconsejarte. Si lo prefieres, puedes llamarnos o escribirnos para contactar con nosotros. En ambos casos, te atenderemos encantados y sin compromiso alguno.
