El ácido hialurónico es una de las sustancias más utilizadas actualmente en medicina estética. Es un polisacárido que se encuentra de forma natural en nuestro organismo, especialmente en la piel. Esto hace que la infiltración de ácido hialurónico sea muy segura con prácticamente ninguna reacción alérgica.
Su principal función es mantener la piel hidratada, ya que actúa como un esponja, reteniendo grandes cantidades de agua, aportando volumen. También es responsable de mantener la firmeza de la piel.
La capacidad del ácido hialurónico de retener la humedad es de gran relevancia para tratar el envejecimiento de la piel. Cuando somos jóvenes, nuestra piel retiene el agua y mantiene un equilibro adecuado de humedad.
Sin embargo, con el paso del tiempo, y sobre todo a partir de los 35 años, la producción natural del ácido hialurónico se reduce y provoca disminución de firmeza y volumen, produciéndose un envejecimiento de la piel.
El tratamiento con ácido hialurónico tiene como finalidad restituir los volúmenes que se han perdido como consecuencia del paso del tiempo. De ninguna manera, debe emplearse en áreas donde nunca hubo volumen. Se trata de recuperar volúmenes, evitando así volúmenes exagerados o estridentes.
La técnica consiste en infiltrar pequeñas cantidades de ácido hialurónico con aguja fina o microcánula devolviéndole al rostro el volumen perdido, mejorando así la flacidez e hidratación. Es un tratamiento que se tolera muy bien. Sin embargo, se puede utilizar anestesia local si se presentasen molestias.
Se realiza en consulta con una duración de 15-30 min.
La duración media es de 9 meses a un año y medio aproximadamente, ya que la reabsorción de ácido hialurónico por el organismo es variable dependiendo del tipo de densidad utilizada, de la zona donde se ponga, así como del propio paciente.
Precio: Consultar en clínica.
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